[AUTHOR'S LINES] Alan antes, Alan después

Viviendo dentro de una masiva nube de redes sociales e internet. Dentro de la misma jornada cada día, el día jueves aquí en Perú se vivió un boom por la muerte prematura de Alan García, perpetuada por el mismo, el día miércoles a horas de la mañana me desperté, y como es de costumbre, revisé mi facebook. Allí dentro encontré una noticia "Alan se disparó" recuerdo que decía el post, escrito por el diario Perú 21. Inmediatamente abrí mi aplicación Movistar Play, donde veo tv en vivo y ciertamente me quedé atónito por la noticia. Ciertamente, Alan García había muerto.

Solo se me venía a la mente los recuerdos de mi abuelo Rolo, el cual era simpatizante (debo recalcar, simpatizante, no era fanático ni mucho menos militante fiel, solo compartía ideales en común). Seguido vinieron recuerdos de mi abuela Nancy, ella mas que simpatizante, le parecía un hombre galante, seguro y obviamente como para la mayoría de señoras que vivieron en la época 1970 y 1990, los mejores años de Alan García, guapo.

Una noticia que me hizo llorar y entristecer, algo que estoy pensando, sacó ese pequeño rastro de aprismo que tenía dentro de mí. Sentía que quizás una de las personas más seguras que vi en mi vida estaba muerto. Lo peor de todo, no solo estaba muerto, sino el mismo había atentado contra su vida. No entendía, antes de ese miércoles yo creía que el suicidio era solo para personas cobardes, que viven en soledad, o con alguna miseria que los haya pensar que no hay más razón que morir.

Siento que muchas cosas cambiaron de lo que pensaba, como lo detallé en el párrafo anterior, ahora sigo dudando si Alan García fue alguien valiente, o solo quiso jugar una maestral estrategia de revivir el APRA aun después de estar muerto con su suicido.

En cuanto a mi apreciación personal, creo yo que Alan García tomó una decisión inteligente, combinada con orgullo, prepotencia, y una pizca de locura. Un suicidio que como leí en el periódico de hoy viernes, después de visitar a mi abuela, era para burlarse de aquellos de quienes lo querían ver enmarrocado y muerto. Ciertamente fue el hombre más perspicaz, ya que nadie pudo predecir este fatal destino, en el cual que donde sea que esté, estoy seguro que no se arrepiente de lo que hizo.